RESILIENCIA Y FELICIDAD

¿Cuáles son las características que hacen que una persona sea capaz de encajar y asumir situaciones y circunstancias que para muchas otras son imposibles de enfrentar?

Ante una discapacidad sobrevenida se pueden demostrar diferentes aptitudes a la hora de hacerle frente a la situación. De siempre ha habido una cualidad humana que facilita el ser capaz de encarar situaciones de este tipo y superarlas, incluso con un palpable crecimiento personal. Ésta no es otra que la entereza, pero actualmente aparecen términos en psicología que definen mejor las cualidades que debe tener un individuo para salir airoso de una situación dramática, como puede ser la aparición de una discapacidad a cualquier edad, una discapacidad que no existía en el momento del nacimiento.

Cuántas veces nos han puesto el ejemplo de materiales que, debido a sus cualidades físicas, son capaces de superar esfuerzos que otros no soportarían, son capaces de doblarse sin romperse para recuperar posteriormente la situación y la forma original, como los juncos.

Hablamos de resiliencia, de la capacidad para sobreponerse a períodos de dolor emocional y situaciones adversas, ser capaz de luchar contra ellas y salir fortalecido anímicamente. Aquel dicho popular tantas veces oído de “lo que no te mata te hace más fuerte”. Esto es así, todos sabemos que hay distintas formas de enfrentarse con un problema o con una situación de stress, una es con negatividad y ofuscación, caminos que no llevan a ningún sitio y la otra es aplicando una actitud perseverante, tenaz, con acciones enfocadas a su resolución o mejora y sobre todo con una actitud positiva.

La persona resiliente ante cualquier momento de dolor o desgracia, a lo largo de su vida, adopta una actitud inteligentemente positiva y principalmente actúa con acciones que lo llevan adelante en la vida.

Como en tantas otras cosas, las personas positivas, luchadoras, emprendedoras en busca de su propia satisfacción, consiguen atraer la sinergia del mundo que le rodea y alimentarse de la energía positiva de los demás. Todo lo contrario de las personas negativas y tóxicas que generan rechazo y desconfianza y que terminan, ellas mismas, atrayendo a la desgracia.

Por tanto, ante una prueba dura y difícil de la vida, como puede ser la aparición de una discapacidad, es mejor enfrentarla con disposición y decisión además de ánimo y positivismo. Con ello podremos llegar a conocernos mejor que antes, ser mejores personas y estar más seguros de nuestras propias capacidades.

No hay que olvidarlo, sin duda la resiliencia potencia la felicidad.

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