VENCIENDO LA PEREZA

El ejercicio físico a cualquier edad es la mejor medicina preventiva y una inmejorable inversión de futuro.

Cualquier edad y cualquier momento es bueno, se debe comenzar despacio e ir aumentando paulatinamente la intensidad. Nunca es tarde, para cada edad y entrenamiento hay un tipo de ejercicio y una intensidad adecuada. Lo más importante es la constancia ya que la motivación te hace empezar y el hábito continuar.

Las precauciones básicas para comenzar son primeramente conocer el estado físico y las limitaciones personales, evitar practicarlo en solitario y en lugares alejados, no hacer deporte después de comer y en las horas de más calor y por supuesto hidratarte bien antes, durante y después.

A cualquier edad es recomendable pasear, mejora el sistema cardiovascular y la agilidad. Diariamente de 30 minutos a 1 hora, a buen ritmo y sin pausas, con ropa cómoda y calzado adecuado. También el Tai-Chi que proporciona equilibrio, flexibilidad y mejora el sistema cardiovascular. En definitiva cualquier deporte no competitivo, gimnasia de mantenimiento, natación, petanca, ciclismo, golf…

Los deportes más útiles son los que aumentan la capacidad respiratoria, la flexibilidad, el equilibrio y la resistencia, por supuesto teniendo muy en cuenta las limitaciones físicas personales.

El ejercicio constante, junto con una dieta sana, previene un amplio abanico de enfermedades, hipertensión, cardiopatías, obesidad, diabetes, osteoporosis, depresión y ansiedad. Y contribuye a mejorar el equilibrio, la sensación de bienestar, la sociabilidad, la fuerza física y también se evita la oxidación que causa el envejecimiento y se previenen problemas de memoria.

Es indudable que muchos de los cambios que atribuimos al envejecimiento son en realidad provocados por una escasa actividad física. El deporte proporciona seguridad y agilidad. Mejora la autoestima y el nivel de ansiedad, lo que ayuda a dormir mejor y estar más relajado, con lo que se tiene mejor humor y mejor imagen.

Hay formas de incorporar la práctica de ejercicio en la vida diaria casi sin darnos cuenta, desplazándonos a pie, subiendo escaleras y aprovechando cualquier actividad cotidiana para movilizar y emplear nuestro cuerpo lo más intensamente posible.

Sin duda es la mejor inversión de futuro que se puede hacer, el esfuerzo hará que te sientas mejor contigo mismo, mejorará tu calidad de vida disminuyendo las enfermedades y mejorando el estado anímico.

Sintiéndonos bien haremos sentirse bien a las personas que tenemos a nuestro alrededor.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *