BUENAS COSTUMBRES
Todos los años, por estas fechas, con la llegada de los calores ocurre lo mismo, la gente con sus primeras visitas a la playa y al desprenderse de la ropa invernal se da cuenta de los estragos que el invierno ha causado en su fisonomía, y es entonces cuando poseídos de un ímpetu ejemplar se embarcan en todo tipo de entrenamientos extenuantes y dietas radicales con la absurda esperanza de que en un par de meses van a conseguir el resultado soñado.
Resulta curioso observar como personas sin hábito deportivo piensan que es suficiente con unas pocas semanas de sesiones de gimnasio para lograr lo que cuesta una vida de rutina deportiva y buenas costumbres. Excepto, claro está, genéticas privilegiadas, que también existen.
Es fundamental entender y asumir que nuestro cuerpo es el vehículo que nos va a acompañar a lo largo de toda nuestra vida y que es fundamental mantenerlo a punto y con las revisiones periódicas. De nada va a servir el pretender ajustarlo en un breve espacio de tiempo, algo que sólo nos puede llevar a lesiones o quizás algo más grave.
Es preciso establecer un hábito – la motivación es lo que te hace empezar y el hábito perseverar – y darse un plazo de tiempo lógico, al menos un año, para obtener resultados, siempre acompañado de una adecuada dieta alimenticia.
Este tipo de vida no te reportará únicamente la satisfacción de llegar al verano en unas condiciones físico-estéticas aceptables, sino que repercutirá en tu estado anímico general dándote, en definitiva, una mayor calidad de vida.
Además, curiosamente para estos tiempos que corren, la práctica de una actividad deportiva no supone un desembolso económico importante, ya que para correr únicamente precisas un buen calzado deportivo que lo sustituyes una vez al año aproximadamente, sino que incluso puede suponer un ahorro ya que el iniciarse en esta práctica suele conllevar el cuidar más la alimentación, dejar de fumar, beber menos y en definitiva tener una actitud más sana ante la vida, lo que suele suponer ahorrar dinero.
Pero todo aquel que no haya sido practicante habitual de una actividad deportiva descubrirá que existe una vida antes y otra después de iniciarse y pasado algún tiempo, y siempre que se mantenga constante, se preguntará cómo es posible que haya estado tanto tiempo sin hacerlo.
La mejor inversión que se puede hacer es establecer un Plan de Pensiones Físico, ya que a la larga nada te dará mayor rentabilidad.
“Cuida de tu cuerpo con inquebrantable fidelidad”
Goethe
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